martes, 30 de junio de 2020

ESTA ES LA HISTORIA DE UNA JOVEN...

Publicado en el Libro de la Junta de Defensa de San Juan en el año 1991 Aprendió a leer siendo aún muy chiquita. Le gustaba hacerlo. Por Navidad -como siempre y en cada fecha destacada- le pedía a mamá que para Reyes le regalase algún libro; tal vez el titulado "La pequeña Dorrit" de Charles Dickens. De este modo, sobre su escritorio, se alineaba, cuidadosamente colocada, una maravillosa colección de historias ilustradas. Devoraba cada historia con una pasión sin límites, y hacía de cada una de ellas un espacio de su vida. En ocasiones, se veía convertida en la protagonista principal de un relato, o bien, en el espectador perfecto. Así, durante la lectura de un clásico juvenil del Cardenal Wiseman, llegó a sentirse la más bella y rica joven en la Roma del año 302: se llamaba "Fabiola", una patricia indolente y caprichosa. Con "Juana de Arco" de Aldo Bruneti, los sentimientos más sublimes y las hazañas más valerosas hacían eco en su mente. El entusiasmo y la perseverancia de la heroína aún hoy la acompañan. Fenimore Cooper la llevó a viajar por un vasto territorio al sudoeste de Nueva Inglaterra; recorrió junto a él la extensa bahía de Hudson y convivieron con numerosas tribus que componían un pueblo poderoso. De su poder y grandeza, sólo quedan tristes y amargos recuerdos. Asistió a la muerte de un intrépido guerrero: "El último Mohicano". Pasaban los años y el culto a la lectura era ya un hecho. La frágil puerta del escritorio casi sucumbía ante la presión de los tomos que se apilaban ingeniosamente. Buscó espacio en los estantes de su cuarto, sustituyendo muñecos y objetos de adorno, por nuevos libros; pero al cabo de las semanas el dilema era el mismo. Dado que no cesaba de recibir todo tipo de volúmenes, ya fuera por compras realizadas personalmente o en forma de regalos, el desbordamiento de tan leal compañero era ya inminente: bajo la cama y la mesita de noche, en diversos cajones, sobre el tocador...La apetitosa biblioteca de nuestra amiga no cesaba de renovarse y cuando una mañana de un mes de abril, la habitación de la joven apareció completamente congestionada, se hizo absoluta e irremediablemente necesario encontrar el lugar más adecuado a tan codiciado material. Unas cuantas cajas de cartón duro adquiridas en la tienda de comestibles más próxima, podrían albergar a los más de 500 libros retirados minuciosamente, con el mayor respeto del mundo. Todos los géneros literarios, novelas, cuentos, poesía, teatro, biografías, viajes... iban siendo encajonados, con orden, pero con mimo. En su opinión, la lectura es una espléndida ocupación para el ocio, por que además de alimentar todo conocimiento, nos aísla de preocupaciones y nos relaja. Son muchos los que piensan que leer es de lo más aburrido y acoger un libro entre sus manos resulta de lo más pesado y tedioso. ¡Qué triste es pensar así! No aciertan a saber que se van dejando atrás todo un mundo de posibilidades, de sensaciones. No sólo nos enseñan multitud de cosas, nos informan, nos entretienen... No sólo nos preparan intelectual y moralmente.... No sólo nos liberan de la soledad, la mediocridad y el aburrimiento... Como digo, ¡Un mundo de posibilidades! Y es que el libro es el amigo fiel, siempre disponible, que jamás pierde un ápice de sí mismo. El tiempo y su uso continuado podrán estropear su bella encuadernación, o amarillear su blanco papel, pero jamás destruirá su contenido, su comunicado, su intención... Mas la lectura, ciertamente, ha de cultivarse y ser regada cada día. Para habituarse a ella, lo ideal es comenzar por temas sencillos e interesantes desde temprana edad, para ir pasando, con la madurez, a temas más complejos, no menos interesantes. La práctica hará posible que se afiance la curiosidad y la capacidad de abstracción. ............. Por que el libro grita con tal vehemencia que casi duele.
El libro canta, y da gloria escuchar

1 comentario:

  1. Muy bueno el post, digno de ser publicado en la página de opinión de algún periódico.

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